La energía reactiva es necesaria para crear y mantener los campos magnéticos de componentes con bobinados como motores o transformadores. A diferencia de la energía activa, la reactiva no se transforma en trabajo, pero se disipa en forma de calor.
Esta energía reactiva puede compensarse mediante la instalación de condensadores consiguiendo de esta forma ahorros importantes:
- En la factura de la compañía eléctrica ya que penalizan cuando se consume energía reactiva
- En la optimización de la instalación al reducir caídas de tensión
- Evitando sobredimensionar componentes como la sección de los cables o los transformadores